Las cosas pasan...
Y hay que contarlas
martes, 15 de diciembre de 2015
Cambio de ciclo: Macri Presidente
sábado, 13 de marzo de 2010
Casi un aniversario
lunes, 21 de abril de 2008
Racismo Argento
Por Ariel Armony Para LA NACION. Sábado 5 de abril de 2008
miércoles, 26 de marzo de 2008
25 de marzo...
viernes, 21 de marzo de 2008
Salir al mundo...
http://www.clubsycountries.com/
Genochino
lunes, 17 de marzo de 2008
Dylan tocó en un bar
Primero, una anécdota: Bob Dylan llega a Ezeiza, es su segunda visita a la Argentina, año 1998. Su misión: ser soporte de los Rolling Stones. Algo particular si tenemos en cuenta las décadas de recelos e injurias contra la banda británica. En el aeropuerto no lo espera nadie dado un error por parte de los empresarios bananeros que organizan los conciertos. ¿Qué hace Dylan? Simple: se toma un taxi, un Peugeot 504 (digamos) y se va al hotel. Porque así es él.
Buenos Aires, marzo de 2008. Esta vez no hay noticias sobre desembarcos inoperantes, pero Dylan sigue siendo el mismo en el escenario. Y qué importa si canta ¿mal?, si casi no mira al público, si no dice hola ni chau ni gracias, si casi no levanta los brazos, si no deja que la audiencia cante sola algunos estribillos clásicos, si no se pone la camiseta de la Selección ni le dedica una canción a Maradona. Qué importa si Dylan no hace ninguna de esas cosas que con tanta pasión espera el argentino promedio asistente a recitales sediento de estrellas internacionales habitualmente demagogas y complacientes. No importa nada más que su rotunda presencia, su elegancia, su voz rota, sus gestos de concentración, sus oídos estrictamente sujetos al sonido que emana de su impecable banda, esa vanidad que lo enaltece cuando deforma sus propias canciones porque son grandiosas y son suyas. Importa Dylan, y punto.
No hay parafernalia estridente, a no ser por una buena iluminación y la voz en off de un presentador al inicio. La parafernalia es Dylan y su banda. Sin preludios, arranca con Rainy Day Women, y la gente que no entiende muy bien qué está pasando. Sin pausas, como sucederá a lo largo de todo el recital, literalmente, procede con un golpe a los sentidos: Lay, Lady, Lay, en una versión que difiere en casi todo a su original, y que el cantante balbucea pero tampoco es esto lo importante. Ya está claro, a esta altura, que Dylan merece otro nivel de análisis, muchísimo más amplio que aquello incluido a la típica reseña periodística. Esa es mi dificultad, en este momento, mientras escribo.
Para la cuarta canción, Dylan suelta la guitarra y se para frente a los teclados, donde va a quedarse hasta el final. Es el único cambio escénico, y es casi imperceptible. Masters Of War suena desde el horror antibélico, desde un abismo negro donde algunas canciones siguen siendo las mismas porque hablan de aquello que nos sigue matando. Más tarde, Things Have Changed suena diferente a cuando ganó el Oscar como banda sonora por Wonder Boys pero galopa al ritmo de significaciones profundas, y temibles: Dylan nos cuenta que ya no tiene rabia, que ya no le importa nada de nada y que las cosas han cambiado irremediablemente. Esto es tan pero tan cierto.
Prolija y sutil, aunque con Dylan recitando porque en efecto ya casi no canta, viene a erizarnos la piel Just Like A Woman y se forma un ambiente de amaneceres antiguos y un pasado con aroma a cuerpo de mujer. Suena Honest With Me, más reciente, y por eso perfecta en su interpretación: dan ganas de fumarse un cigarrillo al borde de un acantilado y pensar en los viejos amores y en los años perdidos.
Pasan los minutos, se acerca el epílogo de dos horas sin respiro, y el cierre es un grito de guerra: Like A Rolling Stone. Grito, en lo literal, porque Dylan grita las estrofas, las llora, y porque estamos hablando de un himno (perdón por el lugar común) de toda una filosofía que no podría entrar en esta nota. Dylan viene a mostrarnos (al fin) la cara, y ahí están sus ojos tímidos y su sonrisa de niño introvertido, y parece que el viejo no sabe siquiera cómo reaccionar a los aplausos y exclamaciones argentas. Pero hay bises: los primeros acordes de All Along The Watchtower surgen de la nada con su contudencia de siempre, y se va la noche con una irreconocible Blowin´ In The Wind.
Quedaron fuera To Make You Feel My Love, promesa promocional de gacetilla, Knocking On Heaven´s Door, para elevar encendedores en el aire de Liniers, y la existencialista Not Dark Yet, un hit personal. Y Dylan desaparece sin hablar (a excepción de una escueta presentación que hace de su banda) y me termino de dar cuenta lo que me había estado pasando, esa sensación que no me entraba en el cuerpo: habíamos estado todo el tiempo en un bar, de paredes inciertas y al aire libre. Un bar, una noche, y Dylan haciendo covers de Dylan.
domingo, 16 de marzo de 2008
Todo sea por Bobby
El show arrancó pasadas las ocho de la noche con un set de clásicos del folklore a cargo de León Gieco quien, con una voz envidiable, llevó adelante una presentación que tuvo como invitados a Gustavo Santaolalla y a un relajado Charly García que subió al escenario con una frase divertida (“Todo sea por Bobby”) y una pésima actuación. Luego de clásicos de Jara, Parra, Atahualpa y hasta de Sui Generis, las luces se apagaron y una voz en off presentó a quienes todos habían ido a ver.
No habló, se dedicó, primero con la guitarra y después con las teclas, a dejar en claro que por algo es una de las leyendas vivas del rock de todos los tiempos. Dedicarse a analizar la voz de Bob Dylan es un detalle insignificante, porque más allá de que el tiempo pasa inexorablemente la esencia de sus canciones sigue intacta.
Con una banda de cinco músicos uniformados que jamás fallaron, Dylan recorrió sus canciones ante un estadio de Vélez casi repleto. Sin preámbulo sonó “Rainy Day Women #12 & 35”, “Lay, Lady, Lay” y “Watching The River Flow”, se apagaron las luces y Dylan cambió guitarra por teclados, donde se quedó el resto del show. Sonaron clásicos y temas de su último e impecable “Modern Times” (ver listado completo de canciones) en un recital que congregó padres e hijos (sorprendía la cantidad de sub 30 presente) en el verdadero show que el sábado se daba en Buenos Aires.
Todo terminó con el clásico “Blowin´ In The Wind” (casi irreconocible, lejanísima a su versión original, tan pura como aquel Dylan de 20 años) en el tercer bis de la noche que dejó cautivo a un público que supo acompañar con aplausos y arengas a un Dylan que fue exactamente lo que es: un hombre frío en cuanto a qué estamos “acostumbrados” los argentinos ante otras demagogas estrellas internacionales. A juzgar por la prolijidad de la interpretación se podría decir que el hombre tuvo que haberse ido conforme. Su última y tercera presentación será el martes en Rosario.
Lista completa de temas: 1. Rainy Day Women #12 & 35 2, Lay, Lady, Lay, 3. Watching The River Flow, 4. Masters Of War, 5. The Levee´s Gonna Break, 6. Spirit On The Water, 7. Things Have Changed, 8. Workingman´s Blues #2, 9. Just Like A Woman, 10. Honest With Me, 11. When The Deal Goes Down, 12. Highway 61 Revisited, 13. Nettie Moore, 14. Summer Days, 15. Like A Rolling Stone. Bises 16. Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again, 17. All Along The Watchtower, 18. Blowin´ In The Wind.
viernes, 14 de marzo de 2008
Distintos pastores, distintos fieles
Dudo ir a ver a Palau, me interesa el fenómeno pero no estoy dispuesto a sumergirme en una multitud ida y enloquecida con mates y sillas y lágrimas y manos que tocan. El sábado pienso ir a ver a Dylan, no porque me emocione particularmente, si no porque pertenezco más al mundo de los que creen en el rock y no en las oraciones. Tengo fe, pero la mía es otra. (Por otro lado me acreditaron para el evento).
No quiero entrar en subjetividades, pero me consta que muchos evangelistas, y digo evangelistas y no evangélicos porque realmente no es lo mismo, son personas que se aprovechan de la fe de las personas más vulnerables, que lucran con el dolor ajeno, que no tienen límites a la hora del engaño por el engaño mismo. Las religiones mueven fortunas, el evangelismo pentecostal al estilo Palau es la forma más burda y cruel de la estafa. Quisiera tener pruebas concretas, pero no las tengo. Tengo mis propias experiencias, mis pocas vivencias y mis pocas lecturas. Recomiendo mucho a este periodista, él supo meterse a fondo con el mundo pentecostal y era obvio que no iba a dejar pasar al pastor de la Avenida.
jueves, 13 de marzo de 2008
Desempleo by INDEC
miércoles, 12 de marzo de 2008
Tristeza...
Posiblemente Jorge Guinzburg fuera mucho más que eso, pero de eso me acordé de repente. Quería dejar rastro en este lugar, porque mucha gente lo seguía, y porque muchos otros no parábamos de aprender con sólo verlo. Hoy me tomé un taxi a la mañana y hacía media hora que la noticia circulaba, todavía los diarios on line no habían sacado nada y me invadió una gran tristeza.
martes, 11 de marzo de 2008
lunes, 10 de marzo de 2008
La vendimia gay 2008
domingo, 9 de marzo de 2008
Emos en Buenos Aires Parte I
Cualquiera que vaya caminando por la calle Rodríguez Peña un sábado por la tarde los tuvo que haber visto, primero asustan y no falta un lego piensa que se trata de Skin Heads, de Punks, de Darkies, de Góticos, pero no... ellos lo mezclaron todo y están muy tristes. Parecen la cara opuesta de los seguidores de Miranda! Afeminados pero oscuros, afeminados pero tristes.
Acá las chicas Emo en Plaza Rodriguez Peña. Posiblemente su primera vez ahí. Viajan exclusivamente para conocer la Galería Bond Street. Toman, fuman, pasan el rato: detrás del maquillaje hay un chico más, un chico confundido. El Emo es andrógino cuando no homosexual.
Me intrigaron los satanistas, los anticristianos, los darkies seguidores de Mason, los Straight Edge con sus hábitos extremos y su violenta cruzada anti Skin Head. A todos les encuentro un motivo. Los Emo son más difíciles porque en definitiva todos los adolscentes sufren. Quizás me esté viniendo viejo. Quizás piense que no debe existir un sólo Emo argentino de clase alta.
Dentro de las tribus urbanas actuales, los Emos son despreciados, no terminan de vestirse de negro, se ponen distintivos en flúo o en rosa. Son demasiado chicos, la tribu se volvió demasiado fácil y la burla está ahí, toda para ellos. Sólo opiniones. Ya traeré la de ellos.
Más información: La Nación. Artículo de Francisco Ruíz.
Página/12. Artículo de Federico Morandi.
sábado, 8 de marzo de 2008
8 de marzo: día de la mujer
No lo sé, ni tampoco porqué se eligió el 8 de marzo: ¿Alguna mujer hizo algo muy importante este día? ¿Es por eso? Los hombres también han hecho cosas grandiosas y no por eso existe un día del hombre. Si se festeja sólo el hecho de ser mujer, ¿qué pasa con eso -que más de una anda pidiendo- de la igualdad con el hombre? Las mujeres somos muy contradictorias: trátennos como iguales, pero tengamos nuestro día. ¡Qué ridiculez!
De todas maneras, creo yo, todo se reduce a algo comercial y la mujer feliz; porque este día recibe atención, y a nosotras nos gusta llamar la atención y lo hacemos de mil maneras, a propósito o sin querer.
Hoy no me siento distinta, me siento mujer todo el año. A veces resulta fácil ser mujer y otras es tan difícil, más de una vez desee poder ser hombre…
En mi caso no corro a la peluquería, no me gusta; no me pinto (salvo un poco de lápiz en los ojos), me gusta comprar ropa pero no porque esté de moda. Me gustaría poder hablar con mis amigas de sexo, sin que ellas se sientan incómodas.
Noto que las mujeres de mi entorno hacen todo para complacer al hombre: van a la peluquería a cortarse las puntas y pretenden que el ellos lo noten enseguida; se hacen los mismos reflejos que ya tenían y esperan que se den cuenta de una; cambian de color de lápiz de labios y no logran entender cómo su hombre no se dio cuenta. Y así…
Nosotras usamos mucho el corazón, yo misma me guío mucho por mis sentimientos, Siempre le ponemos sentimientos a todo, o a casi todo, pero… ¿Somos el sexo débil?
No, no lo somos. Somos leonas disfrazadas de corderitos; la mujer ha demostrado que es capaz de salir a gritar, protestar, a defender lo suyo de mil maneras; ha golpeado y tirado puertas; se ha enfrentado a todos...
¿El hombre es sexo fuerte? Perdón, ¿acaso nosotras mismas no decimos que son como niños? Si cuando le damos la oportunidad nos demuestran lo dulce, tiernos y románticos que son (aunque no lo hagan en el momento que nosotras queremos, porque no son brujos).
Ni nosotras tan débiles, ni ellos tan fuertes, sólo distintos y todavía no lo entendemos.
¿Soy débil porque sufro mirando el noticiero y me entero de violaciones a menores y se me caen lágrimas? ¿Soy débil porque se me rompe el corazón y se me cierra la garganta cuando veo tantos niños muriendo de hambre, muriendo en guerras de adultos? ¿Soy débil porque aún creo en la humanidad?
No, no soy débil, ni siquiera soy débil por llorar en público, ya sea por tristeza o por alegría, simplemente soy un ser humano con sentimientos que tiene la suerte de poder expresarlos.
El hombre también los demuestra, sólo que de otra manera, y eso no significa que no sufra o no sea feliz.
Me gusta ser mujer, me gusta cuando un hombre me mira, me gusta saber que un hombre me desea; me gusta sentirme bien y arreglarme para mí, no porque me van a ver; si yo estoy bien, eso se nota.
Si paso por una obra en construcción y los albañiles me dicen buen día, yo les respondo con un buen día. Hace poco iba con una hermana y pasamos por una obra, mi hermana me pregunta porque los saludé si no los conozco; le contesté: el saludo no se le niega a nadie y además no dijeron groserías. ¡Ah! Pero si el que saluda usa traje y corbata ¿entonces si se le contesta el saludo?
Somos complicadas, y reconozcámoslo: nos complicamos solas.
¿Sexo?
Me encanta; me encanta el contacto con el hombre, lo reconozco y no me avergüenza. En mi caso, si tengo que elegir entre ir a comprar ropa, cocinar, etc. o tener sexo, prefiero mil veces tener sexo. No importa que momento del día, ni que día de la semana (sí, ya sé, es mil veces más romántico hoy: un sábado a la noche y con lluvia).
Parece que las mujeres están mas liberadas, pero liberadas también significa hablar sobre el tema, el sexo es parte de la vida.
Si nos sentamos cuatro amigas a tomar algo, hablamos de ropa, de cuánto cuesta, de cocina, del tiempo, de los hombres....pero se los critica o se los trata como a nenes que hay que cuidar
¿Cómo preparás la tarta de pollo? Y tu amiga te da las instrucciones.
¿Cómo plancho la camisa de seda? Y una feliz explicación del proceso.
¿Qué poses te gustan en la cama? Silencio... y te matan con la mirada.
¿Te gusta tener sexo? Ya no te matan, te aniquilan, y luego te ignoran.
¿Qué les pasa? Acaso no es lindo caminar de la mano con un hombre, no es lindo regresar a casa tarde y que un hombre te acompañe, acaso no es lindo acurrucarse en un sillón a mirar una peli. Acaso no es lindo desnudarse para un hombre y que, a pesar de mil imperfecciones, nos hagan sentir unas diosas.
Quieren festejar el día de la mujer, bueno festéjenlo haciendo cosas de mujeres: cocinen, planchen, laven, compren ropa, vayan a la pelu, atiendan a sus hijos.
Yo preferiría pasar mi día cogiendo, o mejor, haciendo el amor. No hablo de coger por coger, hablo de deseo, de muestras de deseo, de sentirme muy mujer hoy: en el día de la mujer.
viernes, 7 de marzo de 2008
Dos tipos peligrosos
jueves, 6 de marzo de 2008
Remember Gaby
Gaby Álvarez es el RR.PP. más famoso de la Argentina y el responsable de los sectores VIP de los eventos más importantes. Fue pilar del éxito del Faena Hotel y en este 2007 piensa encarar proyectos que lo alejen del prototipo de persona frívola con el que se lo relaciona. Gaby habló con Clubs & Countries y contó todo: su supuesta relación con Marcela Kloosterboer, Charly García y la fórmula para vivir en un mundo tóxico sin intoxicarse.
Patrick Swayze y el cáncer
miércoles, 5 de marzo de 2008
El último diario de papel
"Creo en dios a partir de que los diarios existen"